Mi
enfermera de hoy es Natalia y mi auxiliar, Lola. Con Natalia no coincidí
durante mi primera Leucemia pero sí que la conozco de mis ingresos en la Planta
a partir del mes de noviembre. Lola es posiblemente la auxiliar con la que más
tiempo he estado. Aunque no lo parezca, no soy muy dado a expresar mis sentimientos
a la gente y aquí en el hospital estoy bastante reservado. Solo a través del blog tratamos de hacer un mayor
esfuerzo en ese sentido. Y aquí quiero agradecer expresamente todos los
detalles que la mayoría de los trabajadores de este hospital tienen conmigo. Y
Lola muy especialmente. Un millón de gracias.
El
domingo ha empezado fatal. A las 2 de la noche le he pedido a papá la cuña para
orinar. En cuanto he terminado, sin previo aviso, me han entrado ganas de
vomitar. Menos mal que la palangana siempre está en una silla pegada a mi cama.
He vomitado muchísimo. Hemos avisado al enfermero de la noche, José María, y me
ha puesto Polaramine. No he estado a gusto en ningún momento de la noche, me
encontraba mal. Papá dice que he estado farfullando cosas en varias ocasiones.
A las 5 me dio un pico de fiebre de 38.5, el más alto en varios días. Me
tuvieron que poner Nolotil como antitérmico. A las 6:15 sonó la alarma de la
comida parenteral, se había acabado. Eso es muy normal con toda la medicación a
lo largo del día. Papá se levanta, la silencia y llama al enfermero de turno
para que haga un lavado, sustituya la medicación o apague el perfusor. A veces,
y siempre con el consentimiento de los enfermeros, es mi padre el que lo apaga.
Pues bien, a partir de esa hora, las 6 y cuarto de la mañana, los perfusores
empezaron a dar problemas. Iban pitando alternativamente con la señal de
“pre-alarma de oclusión”. Se subía la presión de los distintos perfusores sin
causa aparente. José María estuvo más de una hora tratando de solucionar el
problema y no hubo forma. Pitaba cada pocos segundos y era un engorro. Para la
medicación no influía, no había problema. Pero para conciliar el sueño no era
lo mejor precisamente. Yo conseguí hacerlo pero papá se quedó ya desvelado. La
mayoría de los días se queda hasta la una para apagar la última medicación. Hoy
ha dormido muy poco. Sobre las 10 me acabé de despertar. Y una de las primeras
cosas que hice fue vomitar otra vez. No tengo sensación de náusea previa
continuada, me viene de golpe. Y esta vez el vómito fue especialmente feo. Las
bilis habían adquirido un verde marrón bastante raro. Estaba mareado, cansado,
agobiado porque teóricamente ya tengo defensas y he de sentirme mejor. Pero la
realidad es otra, me siento mal, en ocasiones muy mal. Es cierto que ha
desaparecido el dolor. A primera hora de la mañana Natalia me había bajado la
perfusión del mórfico a 1,5 ml/h. Y a las 12 a 1 ml/h. Una dosis prácticamente
insignificante para lo que había estado tomando los días anteriores.
Me
senté en la silla, junto a la cama, para que Lola pudiera cambiar las sábanas.
Me vino otro vómito inesperado, igual que el anterior. Me deja el cuerpo del
revés cada vez que vomito. Menos mal que ya no me duele la garganta. Tocaba
cambio de todos los sistemas de la bomba de perfusores. Menos mal porque la
mañana que estaba dando a base de pitidos era tremenda. Natalia estuvo
intentando solucionar el problema al igual que José María anteriormente. Y no
había manera. Papá trató de convencerme de que me levantara para ir a la ducha
pero de verdad que no pude. Me dejó en la cama y aprovechó para afeitarse. Os
cuento esto porque cuando llegó la hematóloga de guardia, Nancy, le pilló con
la cara llena de espuma, jajajaja. Nancy dijo que volvería en un rato y mi
padre se moría de la vergüenza. ¡Tampoco es para tanto, padre! Mientras
esperábamos que Nancy regresara de visitar a los otros niños de Hematología de
la Planta, Natalia cambió todos los sistemas de la bomba y, por fin, dejó de
dar pitidos. Me estaba poniendo de los nervios. También me limpió el reservorio
y me cambió el apósito. Es una cosa que me resulta muy ingrata. Primero porque
mi piel responde bastante mal a los apósitos, se irrita, me pica y me duele
sucesivamente. Y segundo porque tiene que meter una gasa entre la pieza
exterior de plástico del reservorio y mi pecho. Hay que limpiar la zona de la
aguja y notas perfectamente cómo se mueve dentro de tu cuerpo. Para mí es muy
desagradable, qué le voy a hacer.
Cuando
llegó Nancy me alegré de volver a verla. Aunque ahora está en el Hospital
General fue mi hematóloga en el Infantil durante unos meses. Le estuvimos
explicando cómo me sentía, los vómitos, la reaparición de la fiebre, el
cansancio, etc. Van a hacerme un hemocultivo para ver de qué es la fiebre
aunque ella piensa que puede ser reacción medicamentosa. También nos dijo que a
otros niños durante la subida de defensas también les había dado fiebre. Se
alegró de que ya no tuviera dolor y que la boca estuviera tan bien. Por eso
decidió que era hora de retirar la perfusión de morfina, así se podría reducir
la posible reacción medicamentosa, la somnolencia y el estreñimiento. Como la
fiebre había sido en algún pico alta, me han cambiado la Micafungina por otro
antifúngico más potente, Anfotericina. Y me dijo que había que intentar, poco a
poco, ir bebiendo y comiendo. El objetivo ahora es conseguir ingerir por vía
oral todo lo que me están metiendo por vía intravenosa. La gran noticia ha sido
que ya tengo 1800 neutrófilos. ¡Subidón! En tres días de 0 a 1800. Por un lado,
genial. Pero por otro, mal. Yo pensaba que cuando volviera a tener defensas me
iba a encontrar mucho mejor y no está siendo así. Me ha dicho que no me agobie,
que paso a paso. Pero que he de esforzarme en la medida de mis posibilidades. Yo
lo hago pero esto no es nada fácil, eh.
Mamá
no ha venido al mediodía. Está pintando mi habitación para que cuando yo vuelva
esté todo en perfectas condiciones. Mucho me temo que muchas de las cosas que
tengo en los cajones van a desaparecer. Tengo un problema con los juegos y
juguetes. Nunca quiero deshacerme de ellos. Y es cierto que hay muchos que no
cojo nunca, que están deteriorados o que les faltan piezas. Así que creo que me
voy a encontrar muchos huecos en las estanterías y en los cajones. Sigo estando
muy cansado. Me parece mentira pensar ahora en poder saltar, correr, moverme
rápido. Tengo ganas de salir de aquí, que me dé el sol en la cara, que me dé el
viento, me estoy empezando a agobiar mucho. Tengo ganas de estar con mamá y
Julia, tengo muchas ganas.
Conseguí
dormirme. Otra de esas siestas raras en las que tengo la sensación de no
llegar a dormirme profundamente y cuando me doy cuenta llevo más de tres horas
dormido. Papá me despabiló en torno a las 6 y media y me costó un mundo
reponerme. Quería seguir durmiendo pero, a la vez, me siento culpable de no
hacer otra cosa. Mamá llegó casi al momento y sólo quería que estuviera junto a
mí, dándome la mano. Otra vez el maldito vómito y la fiebre. Parece que han
olido que estoy mejor de neutrófilos para ponerme a prueba. Se me está haciendo
el día muy cuesta arriba, de verdad que creía que iba a sentirme mejor en
cuanto se confirmara que la médula nueva se había implantado. Mi padre y mi
madre me dicen que, pensándolo en frío, estoy mejor. He sido capaz hasta de
tomarme un par de sorbos de agua pero los vómitos descontrolados me han hecho
sentirme regular. ¿Por qué no se acaba ya esta pesadilla? Me está saliendo una
entrada de blog bastante pesimista, lo siento. Pero quiero recordar cómo me
siento, no como me habría gustado sentirme.
Pusimos
un capítulo de Big Bang Theory en la tele, a ver si me cambiaba el ánimo. Sólo
ví uno. Preferí ponerme a ver vídeos de Youtube. Papá se puso a hacer ejercicio
en la elíptica y la media hora se tuvo que parar, otra vez vomitando. Ya me
dolía la boca del estómago, muchas arcadas no sacaban nada, ¡qué iban a sacar!
Llevo un montón de días sin comer nada y aunque la parenteral me alimenta, no me
llena el estómago. Me sentía muy triste, de verdad. Sé que tengo que tirar para
adelante pero hoy me había hecho la ilusión de que iba a ser el día de
inflexión. De empezar a ver la salida del TMO y no ha sido así, ni mucho menos.
Hoy no hemos hecho ni una foto, no estaba el horno para bollos. Quiero animarme
pensando en la apariencia de mi Patronum, a ver si mi Julia me da un poquito de
su sonrisa.
Los
datos del día: Domingo 5 de marzo: Nutrición parenteral a 75 ml/h (a 95 ml/h a partir de las 18:30 h). Se para durante la infusión de Aciclovir, Teicoplanina y Anfotericina. 1/5 de botella pequeña de agua. Domingo 5 de marzo (Natalia-Lola)(Eloísa-Inma): Perfusión 24 h de morfina a 2 ml/h (a 1.5 ml/h a partir de las 9:10 h; a 1 ml/h a partir de las 12; se retira a las 12:45 h) - Suero a 12 ml/h - Eparina a 11 ml/h - Nutrición parenteral a 75 ml/h (se sube a 95 ml/h a las 18:30h); Polaramine (2:45 h); Nolotil (6:20 h); Ondansetrón; Cefepime; Ciclosporina (7 h); Aciclovir (9:10 h); Ursochol; Omeoprazol; Teicoplanina; Ondansetrón (14:40 h); Cefepime; Anfotericina ; Ciclosporina; Nolotil; Polaramine; Cefepime; Ondansetrón; Tensión: 10.3-6.2 (119 pulsaciones, saturando al 100%); 10.3-6.3; Temperatura: 38.5 (6:15 h)//38.2 (6:45 h)//38//37.5//36.7//36.6 (9h)///36.4 (12:25h)///36.8 (13:35)//36.8 (14:10)//38.0 (17 h)///37.7///37.5///37.0///36.9 Peso: 41.3 ; Orina: 500// 400///perdí la cuenta ; PVC:2.5 ; Vómitos: bilis abundantes (2:35 h)/// bilis marrones////bilis marrones/////bilis
El
día a día del trasplante está empezando a hacerse cuesta arriba. Sé que todo
indica que está funcionando pero me estoy empezando a impacientar. Está muy
bien que los resultados de los análisis sean los adecuados, sí, pero empiezo a
necesitar ser yo el que se sienta bien. Volver a tener fuerzas para levantarme
de la cama, de hacer aunque sea un mínimo desplazamiento sin sentirme tan
extremadamente débil, quiero volver a sentirme yo. Hoy ha sido un buen día para
los médicos. Pero para mí, que soy el que lo sufre, no. Y estoy teóricamente
entrando en el ecuador de mi aislamiento. En el fondo me estoy impacientando
porque lo veo medio hecho ya y quiero que vaya más rápido. Y en estas circunstancias
no dejo de ponerme en el lugar de todos aquellos que necesitan un Trasplante de
Médula Ósea, como yo, y viven con la angustia de que no lo tienen a su alcance.
Ha de ser tremendo encontrarse en esa situación. Por eso es tan importante
seguir con la campaña de captación de donantes #aporelmillon o #1minutoXunavida
Acabo de ver que en la actualización de
la Fundación Josep Carreras dicen que somos 258.300 los españoles registrados
en REDMO. Personas como tú y como yo que han decidido que están dispuestos a
ayudar. Luego ya vendrá la dureza del tratamiento y del propio trasplante. Pero
para eso hay que tener un donante, hay que tener un donante. ¡Dona médula!
¡Dona vida! Espero que mañana os pueda dar una visión más optimista que la de
hoy. Yo soy el principal interesado. Mis saludos Spockianos: “Larga vida y
prosperidad”.
Hola, Darío:
ResponderEliminarSoy un profe de la Ciudad Autónoma de Ceuta, el C.E.I.P. Vicente Aleixandre. Hace unos meses comenzamos una campaña de donación de médula, en la que mi alumnado de sexto ha creado vídeos promocionales, charlas que dan los chicos en diversas universidades, oficinas, etc...
Nos gustaría apoyar tu causa con el cortometraje que hemos grabado recientemente. Te copio el enlace. Esperamos que te guste.
https://www.youtube.com/watch?v=sCirDui7BBc
Un fuerte abrazo.
Ya mismo volverás a ser tu y todo a su debido tiempo, ya tendrás tiempo de correr, saltar, bailar etc.... así que no te agobies, mira siempre el lado positivo. Besos
ResponderEliminarHola Dario me alegro muchisimo que todo vaya bien y siga asi...Ya veras como todo saldra perfecto Un beso enorme para ti y julia que ha sido toda una campeona. Un Saludo Diego soy Cristina Recio.
ResponderEliminarVamoooooos Darío, ánimo y fuerza. Los huecos de tu habitación ya lo iremos solucionando poco a poco. Besos a los cuatro.
ResponderEliminarHola Darío, recuerda, el vaso medio lleno siempre. Puedo imaginar que no debes sentirte bien con tantos vómitos, y que esperaras mejor cuerpo con el subidón de neutrófilos, pero esto es así, vas por la mitad del aislamiento y tienes que pensar en lo que te has quitado y no en lo que te queda. Aprovecha para fantasear y charlar con tus enfermeros/as y entretente todo lo que pueda, cuando te des cuenta habrán pasados los días, y lo días mejores están ya por llegar.
ResponderEliminarUn beso, u por cierto, tienes una hermana muy guapa, igual que tu.
Ánimo campeón hay días mejores y peores este a sido de los malos pero buenos para el transplante la mejor medicina es reírte aunque no tengas muchas ganas ánimo pronto pasará todo e irá a mejor muchos besos
ResponderEliminarVamos Dario es un pasito más para tu recuperación. Mucho ánimo. Muchos besitos
ResponderEliminarVamos arriba Darío! Sé que es muy difícil para ti pero tienes que ser paciente y si los doctores están contentos con los resultados pronto lo estarás tú. Es muy buena señal que tengas menos dolores (ese vaso medio lleno). Intenta también ir comiendo y bebiendo algo,seguro que te ayudará a sentirte más normal. Ánimo,eres fuerte!
ResponderEliminarVamos Darío para arriba, recuerda que eres un hispano y mañana te levantaras con más fuerza, estás en muy buenas manos, buena noticia lo de empezar a comer y beber eso te va a ayudar a sentirte mejor, un besote grande.
ResponderEliminarVamos Darío que ya tienes la primera parte del partido ganada y en este te llevas la copa. Mucho ánimo precioso, mucho ánimo.
ResponderEliminarDarío, todos los días hay que ver las cosas como son y tú lo estas haciendo genial.
ResponderEliminartu puedes
Vamos arriba campeón. No te puedes venir abajo ahora. Venga cómo bien dices siempre hay que ver el vaso mmedio lleno, todo a su debido tiempo. Verás como mañana poco a poco vas mejorando y encontrandote poco a poco mejor. Muchos besos para ti y para papa mama y julita. Os queremos
ResponderEliminarDario, campeón arriba ese ánimo, ya veras como de tro de poco podrás estar en tu habitación revisando los cajones y llenándolos de nuevos juegos...Muchos besos y un fortísimo abrazo.
ResponderEliminarDario, campeón arriba ese ánimo, ya veras como de tro de poco podrás estar en tu habitación revisando los cajones y llenándolos de nuevos juegos...Muchos besos y un fortísimo abrazo.
ResponderEliminarVamos, Darío, mira hacia adelante. Pasito a pasito, poco a poco. Tu estado de ánimo es muy importante. Hoy ha sido un mal día, mañana será mejor. Piensa en la sonrisa de Julia, seguro que el efecto es mejor que el de cualquier medicina.
ResponderEliminarQueda muy poquito Darío, y sé que decirlo desde aquí fuera es fácil, pero eres fuerte y tienes magia! Yo sé de eso, soy una Hufflepuff! Cuando me siento agobiada piendo en momentos en los que me he reído mucho, como aquel día en el que hicimos una visita a Aracena y comimos en un merendero súper chulo. Te acuerdas? Viniste con una amiga, y toooodas las fotos que tengo tuyas de aquel día son abrazándola! jajajaja. Fue un día para repetir, sin duda.
ResponderEliminarTe quiero mucho, Darío. Se fuerte!
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ResponderEliminarQuién nos iba a decir a los de letras que nos iban a "chiflar" los neutrófilos y la nutrición parental, que íbamos a leer un parte médico con tanta ansia... y que lo entenderíamos! Por ti, querido Darío. No desfallezcas, úsanos para seguir de frente como hasta ahora. No hay palabras para describir el valor y la fuerza que desprendeis los "Bonilla Perea". Ánimo, cada día es un paso mas para llegar a meta.
ResponderEliminarAnimo campeón q tu puedes nadie dijo q el camino fuera facil pero lo lograras solo piensa q tienes una pedazo de familia y mucha gente detras de ti apoyandote y no va a dejar q caigas mucha fuerza y besos ya mismo estaras organizando tus estantetias
ResponderEliminarPaciencia campeón. Como decía mi padre, el que espera lo mucho espera lo poco. Después de todo lo que llevas pasado y ahora que empieza a existir la mejoría no vamos a desesperarnos no?. Ya queda menos para salir de ahí y volver a casa junto a Julia y darle ese pedazo de abrazo que estás deseando de darle. De gastarle la broma del telefonillo. De tomar el sol, eso sí, con precaución. De ver a los amigos del cole y del balonmano. De correr, saltar y brincar en la cama... No desesperes.
ResponderEliminarComo siempre, un beso para los cuatro, y hoy en especial para tí.
Hace tres días que leo vuestro blog. Y quiero enviaros un inmenso abrazo lleno de fuerza y ánimo. Ya queda menos,en pocos días a casa....Buenas noches chicos��
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